Pero somos tierra fertil...

Y aunque se vayan con sus raices, lo seremos siempre

Querido centinela, niño interior que aprendiste a sobre adaptarte a los demás, por miedo a sufrir el rechazo, el abandono, quiero que sepas que esos días se terminaron.

Ya estamos en un lugar seguro, ya vivimos en nuestro propio bosque, donde, si alguien a quien le dimos espacio de sembrar se va, no pasa nada.

Porque tenemos todo lo que necesitamos y sobra la abundancia adentro, y mil opciones fuera, de seres que pueden venir y nutrirse al inter-nutrirse con nosotros.

Somos libres para ser, para jugar y que los otros elijan si quieren seguir jugando o volver a sus tierras.

Podemos ir a los bosques de otros, podemos invitar a otros a jugar… pero nunca te olvides que este bosque es tuyo y nadie te lo puede robar…

Y ante todo… nadie puede venir o quedarse sin tu bendición.

Duele, claro que duele, cuando algunos se van.

Y más todavía cuando los que se van, se llevan las raíces que creíamos estaban tan adentro en nuestra tierra, que nunca nos íbamos a separar.

Pero somos tierra fértil.

Nunca te lo olvides pichón.

Somos tierra fértil.